¿Estás tomando la vida?

Nadie te habla de esto, no te dicen cómo hacerlo porque generalmente los demás no saben o nosotros no reflexionamos acerca de cómo lograrlo, pero si quieres que la vida te Bendiga y ser exitoso hay que TOMAR A MAMÁ. Si. Así es. ¿Y qué significa esto? Bueno, pues te lo voy a compartir con mucho Amor. Te daré algunos pasos a trabajar para lograr este cometido. Primero debes saber que Mamá es la grande y tú el pequeñito, que todo lo que ella vivió y vive, es perfecto, que no tienes por qué resolver su vida ni su destino y que, al tomar tu lugar como el chiquito, la miras en su grandeza y te posicionas como alguien que sabe ser nutrido y recibir, que no estás aquí para cumplir con sus expectativas, sino que para vivir tu propio destino. Tienes que comprender que ella te dio lo que tenía con lo que podía, que entregó todo y que también trae o traía sus cargas y sus implicaciones en el sistema familiar.  Comprende que, si sanas tu vínculo con ella en tu interior, también sanará tu relación con el todo, con tu cuerpo, contigo mismo(a), con la vida y algo muy importante; contigo mismo(a). Deja de idealizar esa Madre que no tuviste y sé tú una Madre para ti. Ella es una humana con situaciones inconscientes también sin resolver y lo que ella no hizo o no logró es parte de su historia y su responsabilidad, no la tuya. Ella con sus proyectos, tú con los tuyos. Cuando tú miras a Mamá en su magnificencia y la liberas de expectativas, tomas lo que te dio y haces tu vida de forma bella y armoniosa es cuando los dones que posees brillan con más fuerza, tu relación con las mujeres se manifiesta de forma saludable y amorosa y también con la propia Tierra que es la Madre de todos y todas. Hacer el trabajo de honrar a Mamá aceptando lo que fue y mirar hacia dentro nuestro tomándola en nuestro corazón, la abundancia nos bendice y nos abre caminos de Amor. Ahora que sabes cuál es la fuente del éxito y de poder compartir tus dones en la tierra, te animo a hacer este trabajo de sanación en tu corazón.