La potencialidad pura del Espíritu, la encarnación del brillo del YO SOY, la firmeza de la voz galáctica a partir del movimiento, las Diosas que viajan a través de las líneas temporales en naves de Sagrada geometría, con pases mágicos y portales multidimensionales. Un viaje desde la dualidad, lo contrario, lo que choca, lo que se opone y que se mueve hacia el reconocimiento del ser interno mediante un otro y se abre un paso cuántico hacia la polaridad, hacia la sutileza, hacia el brillo exquisito y auténtico del Ser esencial y a la vez la paradoja de la alquimia en la Unificación. La fusión de sabores, texturas, energías, armonías, razas estelares, elementos y sabidurías danzando en un Uno de perfección y vibración de elementales de quinta dimensión y antiquísima mirada.