Es el amor de las Almas lo que mueve a los cuerpos en una sexualidad y una sensualidad elevada y embellecida por el Espíritu. Un amor consiente, verdadero y Divino, en un tiempo cósmico, en un Universo interno. Al fusionarse, el ego trascendido teje las hebras del masculino-femenino en una armonía de besos de los intelectos, las emociones, la materia, la energía, los cuerpos sutiles y el origen estelar, creando semillas de Conciencia de una nueva forma de relacionarse, más cósmica, sin velos, natural y Divina.