¿Cómo no vas a tener miedo en esta pasarela de sustos?
¿Cómo no has de congelar el Alma en cada desazón?
Es una pesadilla de máscaras.
Títeres mintiéndose a sí mismos como en una flagelación.
Auto-castigo.
Un nudo sado-masoquista.
Mi niña(o).
Mi inocente niña(o).
Holograma que se siente en la piel, en los sesos, en la carne.
No es tu culpa, no les creas, no son falsas tus expectativas,
porque un cachorrito no espera que le apaleen y si lo hacen
las mentes obscuras, sería un delito culparle a Él por esperar
un trato digno.
Y es eso lo que te hicieron a ti mi niño(a) pero te juro que no
estás solo.
No estás sola.
Yo te veo.
Veo tu dolor.
Veo tu angustia.
Veo tu desasosiego.
Veo tu hastío.
Incomprensión.
Absurdo.
Huida.
Claro, es lógico amor, no te lo esperabas.
Allá en las estrellas lejanas de la verdad,
desnudos de hologramas maquiavélicos,
desnudos de proyecciones incoherentes,
desnudos de olvido y torcimientos,
allá en las alturas del corazón la mentira no cabe
la falsedad no existe,
la guerra es nada.
Pero estás aquí Alma celeste como un(a) extranjero(a)
Viajero(a)
Cósmico(a)
Somos animales preciosos llenos de programas,
Maquiavélicos.
Depredar mi niño(a), depresión mi Alma.
Depreciar, deplorable, depresión.
Nos enfermamos mi niño(a)
Y estás aquí con tu mochilita en la espalda,
llena de pedruscos, que pesan.
Te limpias las heridas con saliva Santa,
como lo hacían los Esenios.
¿Recuerdas?
Y todo se volvió una mentira.
Una gran manipulación.
Pero yo a ti, amor, yo a ti si te creo.
Creo en ti.
Creo en lo que sientes.
Creo en lo que dices.
Creo en tu Verdad.
Te veo y te creo, mi niña(o), mi amor.
Veo, tu decepción, tu miedo, tu frío.
Toma cariño, te doy una dulce miel de Agave,
para que remojes tus labios en savia Santa.
Porque la Santidad está aquí también.
Tú la conoces muy bien.
La Santidad que brilla en los ojos de tu amado perro
el ronronear de tu Gatito, el canto del pájaro y el
aleteo del colibrí, el brillo de la libélula y el olor del
romero, la gardenia y el jazmín.
La Santidad que brilla en la generosidad de tu corazón
y la inocencia pura de confiar aún sin saber que los
demonios se divierten con el disfrute de tu dolor.
Se van apagando, las máscaras, las sombras, los
demonios, se van apagando, se están apagando.
¿Sabes por qué?
Porque yo te creo y eso nos basta.
Pobres diablos, se están yendo.
Gracias.
Yo te veo mi niña(o).
Yo te amo.
Yo te sostengo.
Yo te acompaño.
YO TE CREO.
Abrazo a tu corazón y a tu Alma
Con un ronroneo alado y brillante
Con una melodía de las estrellas.
Golpe, tras golpe hacen un callo.
Hasta que gritas.
Has sido escuchado(a) por el cielo hoy.
Con una danza bella sacaremos la basura de
tu preciosa mente, paso a paso, ritmo a ritmo.
El hogar Santo de tu corazón quedará habitado
por un viento suave, una chimenea de Dios y
un dulce té de rosas.
Porque nunca mi amor, nunca has estado solo(a)
Te sostengo, te miro, te abrazo y te Amo desde dentro.
YO TE CREO MI NIÑO(A)
YO TE CREO.
El veneno de la serpiente no va a durar para siempre.
Una vela ilumina un eterno cosmos de oscuridad.
Una sola vela.
Porque la luz es el amor y el amor es lo único que realmente
EXISTE.
Te voy a cura mi niña(o), te estoy curando ahora.
Salgamos de esta pasarela del terror.
Salgamos de este holograma de sustos.
Salgamos de esta pesadilla.
Volvamos a casa mi Amor.
Volvamos mirando al Sol, al eterno sol.
Volvamos sonriendo acompañados de la tribu de Elfos
que nos cobijan con campanas de cristal desde eones.
Volvamos a nuestro hogar ilesos.
Y en medio de tu frente se enciende la luz del Crisol
de los crisoles, cantando una frecuencia de Sapiencia.
Sabia Alma viajera del tiempo.
Despierta, despacito, estás soñando una pesadilla.
Despierta mi Amor.
Aquí estoy contigo, acunándote en los brazos del cielo
Azul, del Ángel Azul que todo lo ordena y todo lo cuida.
Te cedo el Don de VER.
Ahora puedes MIRAR detrás del disfraz porque has aprendido
a oler la putrefacción ponzoñosa que miente y lastima.
Si mi niño(a), es verdad.
YO TE CREO.
Y con eso es suficiente.
Te he construido un templo
un lugar bello y eterno en dónde
nada puede volver a atraparte en la
tela de araña del engaño.
Te regalo este escudo tejido con el
amor de los abuelos árbol y la bendición
de los guerreros del SOL.
Te regalo esta espada de luz, de fuerza, de sol.
Te regalo esta espada que entrega inmundicias
de regreso a las cloacas del olvido.
Te regalo esta espada que elimina los odios
que quisieron colgarte como cadenas perpetuas.
Hazlo ahora mi niño(a), sacude, sacude, sacude.
Danza.
Se acabó la danza macabra y comienza la dulce
Melodía del abrazo de Dios.
Del Verdadero.
Del Dios que es una transparencia sensible
Que construye bellezas, que comparte,
Que generoso(a) acaricia el alma con Verdades
Sensaciones, vulnerabilidades, arte, conocimiento
Colores y fragmentos cósmicos de frecuencias elevadas
y que te relaja mi niño(a), que te protege, que te cuida
con un Bendito Amor como el que encuentras en la mirada
de tu amado perro
el ronronear de tu Gatito, el canto del pájaro y el
aleteo del colibrí, el brillo de la libélula y el olor del
romero, la gardenia y el jazmín.
Relájate en mis brazos Amor.
Tu amor es tuyo.
Te cuido, vigilo tu andar, vayamos juntos(as)
Por un camino de luz mi niño(a)
Sembrando, cosechando, amando, brillando.
Jamás, volveré a permitir que te lastimen,
Porque mi Amor, Yo, tu Adulto(a), he
DESPERTADO.

Claudia Guadalupe Martínez Jasso.
SanArte4
San Luis Potosí. S.L.P
México.