Te VEO.
Llegas allí, al sillón del consultorio, con tu baúl de recuerdos dolorosos, con tus Secretos ya dormidos de tanto haber deseado tener su propia melodía, con tus Monstruos atemorizados por no haber sido “tan útiles” como hubiesen querido, pero esperanzados para poder actuar ahora que has decidido mirarles.
Me miras con tus ojos llenos de Alma Sabia y tu Espíritu fragante me embelesa, porque reconozco la absoluta inocencia en ti y entonces, es cuando Él o Ella aparece frente a mí. El niño o niña que tú eres y toda la GAIA me brinda miles de opciones para decirte a ti, cuanto te ama, con tanta vehemencia de incondicionalidad absoluta y te quiere arrullar y limpiar como a su hijito(a). Y todos esos nudos en tu única y compleja psiquis se van armonizando al soltar tú las palabras y todos los arquetipos forman una bella danza fractalizada, Universal, Cósmica y Sagrada. Y en cada Satori, se enciende una nueva luz de un color más o menos brillante a tu alrededor y yo solo puedo agradecer por poder presenciar esa bella obra que es la compleja Alma que es simplemente una obra Maestra. Y entonces, por momentitos comprendo el sentido de ésta existencia aquí y ahora, porque te conviertes en mi Maestro(a) cuando estoy a tu servicio y creo que eso es el Amor Universal, un juego de espejos en dónde se pone la absoluta y entregada intención de que el de enfrente se libere, se Ame, se Honre y se reconozca. Y porque al hacerlo entonces lo hacemos todos. Y este momento Sagrado es una Verdadera conversación, de Alma a Alma, multidimensional, un bello trabajo en equipo que va más allá de las estrellas y muy adentro hasta el corazón de la Tierra y en resonancia con los Dioses y Diosas y las estrellas que más brillan. Es un gran telescopio, una mirada a lo que es REAL. Y me siento afortunada, absolutamente afortunada de poder Servir a la Vida y al hijo o hija Divinos en su RE-conexión. Porque cada día soy la espectadora del Milagro de la Vida, porque huelo la fragancia del Perdón y sonrío en la Armonía del Verdadero Conocimiento, porque mi trabajo es Observar y acompañar la Danza de la vida y el tejido Amoroso de la Luz más pura; la del corazón. ¿Acaso hay un privilegio así? Y yo te agradezco, por permitirme caminar a tu lado para encontrarte con el espejo y en el con tu Espíritu, para desenredar los hilos que te aprisionaban y limpiar tus raíces, expresar con poesía infinita tus ecos dormidos y escondidos y elevarte hasta lo que tú Eres y Somos todos; Seres Concientes. Gracias infinitas, si viniste una vez u otras tantas. Cada momento es un Espacio Sagrado. Y yo te honro, a ti y a tu Destino, a tu Ser Creador, a tu sistema familiar, a tu inteligencia, a tu belleza de Espíritu y a tu Humanidad valiente. Gracias de corazón, Siempre. Tienes un lugar en mi corazón y guardo como un tesoro tus enseñanzas. Te veo feliz y libre.
Con Amor
Tu Terapeuta.
Claudia Guadalupe Martínez Jasso.
SanArte 4