La crítica, esa fea costumbre, ese hábito con dientes, ese programa mezquino que nos inyectan desde que nadamos en el vientre materno y se convierte en una costumbre destructora.
La crítica, larva dentada, parásito psíquico, destructor de relaciones, de familias, de autoestima. Este monstruillo separador de corazones, fiel esclavo del ego puede ser pequeñito como un microbio o gigante, tan grande que destruye incluso una vida entera. Es un experto en pudrir hasta la intención más bella pues sólo con estar presente derrumba obras de arte, canciones, amor, inspiración, espontaneidad. Ese ente pegajoso llega a ti con la alegría y con la fiesta pues es un experto en esconderse en rincones oscuros y en dónde menos piensas que puede transitar y cuándo menos te lo esperas, te carcome por dentro. Éste depredador psíquico tan hábil y tan inteligente manipula a los humanos como títeres o zombies, hasta que dejan de ser ellos mismos y con cada presa crece su ejército de destrucción. Puedes pensar que estoy exagerando, sin embargo, es real que dicho parásito se instaura ti desde que escuchas por ejemplo que tu madre se critica frente al espejo, se devalúa, se compara o se pone triste y la envidia entra en escena derrumbando sueños, los de ella y los tuyos. Éste personaje entré en ti cuando escuchas que tu Padre critica a otras personas o cuando algún adulto o tu hermano(a) se siente lastimada(o) por haber sido criticada(o) y como te lo he dicho antes, esto puede ser desde que creces nueve meses dentro del vientre materno y lo que sucede es que naces al mundo y parece que esta enfermedad está completamente normalizada pues allí a dónde vas hay chisme, exclusión, rumor y desaprobación y entonces observas como los humanos se van acoplando y adoptando como fieles esclavos a este amo burlón y cruel. También ves algunos conforme vas creciendo que dicen ser profesionales “Críticones profesionales” que se escudan detrás de la llamada teoría para lograr desde su mirada obligar a esa creación a ser construida desde sus creencias y prejuicios. En casos como éstos, (que no en todos) se convierte en el acto de destruir algo que se ha creado con el alma y que pierde por completo su oportunidad para mejorar, te hablo de una obra literaria, una obra de arte de cualquier índole, una empresa, un proyecto o el dibujo inocente de un niño que podría ser un extraordinario pintor. La pregunta es cómo habría oportunidad de evolucionar en las personas que están poseídas por este parásito maligno pues están contenidos por un vacío y por una profunda tristeza que vive detrás de ese pedazo de corazón comido por este ser que les obliga ahora a destruir lo ajeno, descuartizar lo que ellos no construyeron o lo que ellos no son, para no sentirse tan Miserables y el problema es pensar que este acto vil es algo natural. Esta distorsión del ego te somete a acostumbrarte a llegar a un lugar y que alguien te haga un comentario entre comillas inocente acerca de tu cuerpo, de lo que piensas o de cómo haces las cosas, ves con resignación que te quieran meter en un molde cuando seguramente tu alma es mucho más brillante y grande que las exigencias del criticón. Hay también otras formas de manifestarse de éste parásito, de este engendro demoníaco, como por ejemplo las críticas que están escondidas en la violencia pasiva o pitido de perro le llaman algunos, que es cuando alguien en una reunión te critica diciendo algo que solamente tú escuchas porque los demás claro están tan acostumbrados a vivir destruyéndose unos a otros en un canibalismo muy aceptado por la Norma que El o La poseída por el parásito sabe que tú sabes que va dirigido hacia ti y entonces se da la libertad de usar ésta arma. El problema a veces es que mucha gente hace uso de esta depredación silente sin darse cuenta, no se dan cuenta de que son esclavos y no lo notan. Te animo hoy a qué sueltes hoy mismo esta tortura y a que saques de ti al depredador.
Instrucciones para destruir al parásito de la crítica o depredador interno.
1.- Cierra tus ojos por un momento e imagina como es tu parásito.
2.- Dibújalo.
3.-Escribe alrededor todas las críticas, comparaciones, devaluaciones que te haces, ya sea porque los otros te las hicieron primero o porque aprendiste muy bien a criticarte y criticar.
4.- Convierte esas frases de negativo a positivo y escríbelas con colores en otra hoja. Por ejemplo:
Eres tonto(a)
Soy inteligente y estoy conectada a la Sabiduría Universal.
5.- (Con mucho cuidado) Pídele al fuego que transmute ésta información en una Bendición y un aprendizaje y luego quema la hoja en dónde está el parásito maligno de la crítica y observa cómo se consume.
Repite este ejercicio cuantas veces sea necesario, incluso después puedes hacerlo solamente con la intención y el pensamiento.
Date cuenta de que tienes que destruirlo por completo para parar de criticar a los demás en su forma de vestir, en su forma de pensar, en su forma de hacer, de que tienes que dejar de defenderte de esa manera. Te defiendes porque te sientes criticado y ya es algo que parece natural en tu vida, pero lo único que estás haciendo es magia negra porque estás destruyendo al otro con tu palabra y la palabra es algo muy poderoso, muy muy poderoso pues lo que dices con intención y energía lo creas en la realidad. ¿Qué estás creando? Energía negativa para esa persona y para ti. Aunque tus ojos no lo vean le haces daño al otro energéticamente y eso que piensas que nadie escuchó, no fue así, porque todo pensamiento tiene existencia energética y una vibración. A veces estás dañando a la gente que amas sin darte cuenta. Te invito a que limpies tu mirada sobre todo frente al espejo. Eres perfecta(o) tal y como tú eres. Suelta los estándares estúpidos que no vienen al caso con la grandeza de tu esencia, por eso practica hoy la aceptación, esto te ayudará a no permitir recibir indiscriminadamente críticas porque ya no lo estás haciendo contigo ni con los otros y esto te sanará enormemente el corazón y la mente. Por supuesto no seas cómplice de las críticas tampoco y hazle ver a las personas poseídas por el engendro de la crítica que te lastima el Alma y prefieres no entrar en ese juego vicioso que te carcome el Alma y no has notado hasta hoy. Deseo para ti que salgas de esta manipulación separadora y bélica y en su lugar logres tener el hábito de la empatía, sobre todo contigo mismo. Que hoy sea para ti un día liberador y el Amor a ti mismo(a) crezca fuerte e infinito, de aquí a las estrellas. Claudia Guadalupe Martínez Jasso.